martes, 15 de marzo de 2011

La psiquis colectiva


En la religión y la política, las creencias de la gente y sus convicciones son en casi todos los casos de segunda mano y son recibidas, sin ser criticadas, desde autoridades que tampoco han examinado las cuestiones referenciadas, sino que las han tomado prefabricadas de otros que también las recibieron en su momento y cuyas opiniones muchas veces no valen la pena.

Todas las formas de perversión que la lengua tiene, es un reflejo en el microcosmos de la psique individual. "Y el problema que veo en la humanidad hoy, es que no creemos en nosotros mismos”.  Tenemos un trabajo de 9:00 a 17:00, una casa, hijos, las cuentas, televisión, hobbys y las diligencias que hacemos cada día.  Eventualmente empezamos a creer que esto es lo que realmente somos. 
Pero quiénes hay realmente debajo de nuestros cargos, debajo del estatus de "madre o padre", más allá de ser "teísta o ateo", "republicano o demócrata", “negro o  blanco", "hombre o mujer".  ¿Qué o quiénes somos nosotros?

No sabemos, porque cada vez que oímos algo que no queremos oír sobre nosotros mismos, lo rechazamos. Lo tratamos de ignorar y lo proyectamos hacia alguien más, para juzgarlo.

Esto es lo que se llama "Represión". Y ya hemos visto lo que la represión puede llegar a hacernos en el nivel individual, pero, ¿Qué hay del nivel colectivo, el de la humanidad?  ¿Qué sucede cuando todo el mundo se niega a ver lo que realmente es?

LA PSIQUE

Carl Jung descubrió que hay una "mente colectiva" que conecta a todos los humanos. Esto quiere decir que toda la humanidad comparte una parte de su mente con los demás.
Esto se hace evidente en todo el mundo a través de las mitologías y símbolos comunes o con el estudio de los campos semánticos. 
Esta colectividad es un ejemplo macro de la mente inconsciente del cuerpo humano en el cual millones de millones de células comparten una señal en común. El parásito, llamado "el Falso Ser" o el "Ego". Este requiere un flujo continuo de energía psíquica para sobrevivir. Los alimentos, los combustibles y cualquier otra forma de sostenimiento, es energía. La consciencia humana es un campo electromagnético de energía.
Cuando el potencial de energía es utilizado, es transformado en energía cinética.  La cual es usada para perpetuar el falso ser. Este escenario ocurre incluso con los más pequeños organismos parasitarios y hasta con  los organismos pluricelulares o colectivos como es la “Humanidad".

Un parásito crea sustancias químicas que causan que el anfitrión necesite las sustancias que el parásito necesita para sobrevivir. Mientras el anfitrión no lo sepa, seguirá alimentando al parásito, sin alimentarse bien. De una manera similar, Wilhelm Reich declaró que sociedades enteras sufren psicosis causadas por el hecho de no alimentar nuestros impulsos "Orgánico-Biológicos". El dice por ejemplo que: “La represión sexual apoyada desde el poder de la iglesia se ha internado muy profundamente en las masas explotadas las cuales producen una ansiedad sexual y experimentan culpa. Esto crea timidez hacia la autoridad y ata los hijos a sus padres. Esto crea en ellos un servilismo y una sumisión a la autoridad estatal y a la explotación capitalista. Esto paraliza las capacidades intelectuales y críticas de las oprimidas masas porque consume gran parte de su energía biológica. Y, finalmente paraliza el desarrollo integral de las fuerzas creativas haciendo imposible el objetivo de todas las aspiraciones de libertad humana. De esta manera, el prevaleciente sistema económico (en el cual pocos individuos pueden fácilmente gobernar sobre las masas) se internaliza en la psique de los mismos oprimidos”.

Lo que Reich intentó demostrar en su fuerte declaración es que en un nivel colectivo, la supresión de una función natural, sea biológica, espiritual o emocional, se reproduce en una reacción que podríamos llamar "Enfermedad Psíquica".
Esta enfermedad o patología se refleja en las masas a través del inconsciente colectivo y actúa como una epidemia. La humanidad padece su propia incapacidad de buscar su verdadera libertad. Esto significa que los individuos y las masas no tienen la habilidad para gobernarse a sí mismo en el mundo psíquico.
Entonces esto se manifiesta en el macrocosmos por medio del gobierno y los poderes religiosos organizados. Entonces cedemos nuestra soberanía, nuestra soberanía nacional e individual a "cualquier persona" y "cualquier cosa". Bienvenidos a las infames leyes del mundo terrestre, los patriarcas de la civilización, las dictaduras sociales, económicas, políticas y espirituales:  la tiranía psíquica.

Esta simple enfermedad de nuestra psique, esta falta de responsabilidad y negligencia con nuestras libertades más básicas han despejado el camino para cada "Tirano" que haya gobernado en la faz de este planeta.
La humanidad queda atrapada en un ciclo de miedo, apatía y odio.
Estos instintos humanos se manifiestan en sistemas políticos y burocracias que, muy a menudo, limita los derechos humanos más básicos como la búsqueda de la felicidad.

Una sociedad que tiene como fundaciones el miedo, la apatía y el odio se organiza en un sistema que fundamentalmente afecta la felicidad de todos los individuos.
Esta sociedad reprime el desarrollo individual y mantiene un patrón cíclico de comportamiento de superioridad e inferioridad y una sociedad clasista fundada en ideales engañosos.
Pero, aunque esos tiranos opresores sean satanizados por las masas, ellos no son demasiado diferentes de nosotros. De hecho, ellos y nosotros formamos una unidad.
En el libro "The Prophet" de Kahlil Gibran, él poéticamente declara: "Digo que, mientras lo sagrado y lo bondadoso no se levanten más allá de lo más alto que haya dentro de cada uno, entonces,  lo malvado y lo débil no podrán bajar más que lo más bajo que hay en cada uno de nosotros también. Cada uno de nosotros tiene la capacidad de cometer el pecado más horrendo o mostrar la compasión más hermosa por cada uno de nuestros compañeros humanos”.

Esta es la definición de una enfermedad dentro de la psique y el alma del hombre. Porque no luchamos contra carne y huesos sino en contra de principados, contra poderes, contra los reyes del mal de este mundo, contra la maldad espiritual de lugares muy altos.
Piensa en cualquier posición de poder que crees está por encima de ti. La realeza, los líderes de los gobierno, las naciones unidas, las organizaciones bancarias, los monopolios corporativos y los monstruos mediáticos, todos ellos son facetas de nuestro falso ego.
Ellos son una reflexión física de nuestra propia enfermedad. Ellos necesitan nuestra participación consciente, nuestra energía consciente para sobrevivir. Sin nuestra cooperación, sin un abastecimiento psíquico de complicidad, ellos simplemente mueren por inanición. Su verdadero poder depende de nuestro deseo de ser gobernados. Un síntoma típico de la enfermedad de la humanidad de hoy es la continua negación de nuestra enfermedad.

REPRESIÓN

Consistentemente reprimimos esas cualidades que elegimos no aceptar de nosotros mismos. Por esa razón es tan difícil distinguir entre la falsedad de nuestro ego, sus múltiples manifestaciones y lo que realmente somos.

“Una nación puede sobrevivir a sus idiotas e incluso sus ambiciosos, pero no puede sobrevivir a la traición desde adentro”. Marcus Tullius Cícero

Esta es la mismísima naturaleza de nuestro falso ser, el ego. Él actúa, como una cortina de humo, para distraernos de la libertad que realmente poseemos. Para que este parásito psíquico pueda sobrevivir, él simplemente nos provee con una sustancia que hace que seamos dependientes de él. En este caso, la sustancia es nuestra energía consciente. Y para que podamos alimentar a este parásito, la sustancia psíquica del "MIEDO" hace que la "humanidad pida" ser "protegida y defendida".
Las funciones de supervivencia de un organismo pueden ser clasificadas en dos básicas:  
Tiene que ser capaz, de crecer, mantenerse y tomar control de su biología, pero también tiene que ser capaz de auto-defenderse. De manera que, si está en crecimiento pero no puede protegerse, simplemente se es  “comida” para otro organismo más fuerte.
Entonces, la supervivencia implica un balance entre el crecimiento y la protección.

A través de la historia de la civilización y la evolución humana,  reconocemos que nuestra naturaleza es permanecer en crecimiento. Y nuestro sistema de protección supuestamente sólo debe ser usado cuando necesitamos ayuda en un momento en el que estamos siendo amenazados. No se puede estar defendiéndose y creciendo al mismo tiempo. Cuando vemos que necesitamos protección, las hormonas del estrés en el cuerpo disminuyen el flujo de sangre en nuestras vísceras (la parte del cuerpo que controla el crecimiento). La cuestión es que si se toma la sangre de las vísceras y se lleva hacia los brazos, entonces no hay sangre en ellas, y eso significa que no habrá crecimiento, pero que se está listo para luchar. Cuando la lucha termina la sangre retorna a las vísceras para crecer de nuevo.
Pero en el mundo actual hay miedo las 24 horas, los 7 días de la semana.
Tenemos una continua fuga de la hormona del estrés en el cuerpo. Simplemente está abierta todo el tiempo. Estamos siempre listos o para correr o para pelear, en cualquier momento, estamos en guardia porque tenemos miedo.

El problema es. ¿Qué implica esto respecto de nuestro nivel de energía? 
Estamos gastando casi toda nuestra energía en protegernos. No se puede sobrevivir si se está en el modo de protección todo el tiempo. Y si el parásito puede controlar la naturaleza del miedo, entonces puede crear el tipo de miedo del cual solo él puede protegernos.

El Reichsfuhrer del partido Nazi, Hermann Goring se sumó a este juego de la oferta y la demanda, perfectamente cuando dijo:
"Los pueblos pueden siempre ser sometidos a la voluntad de sus líderes, eso es fácil. Todo lo que hay que hacer es decirles que están siendo atacados, denunciando a los pacifistas por su falta de patriotismo y de exponer el país al peligro. Funciona igual, sin importar el país que sea".

Esto también aplica a cada psique individual, sólo hay que recordar que el falso ser (ego) tiene un solo deseo: Él quiere convertirse en un ser más grandioso y poderoso que el verdadero Ser. Esta enfermedad hace que creamos que estamos separados de la naturaleza.

Por esta razón vemos un aumento en la dependencia de la tecnología. Por esa razón vemos tan poca responsabilidad. Por eso es que experimentamos tanta intolerancia, Racismo, Sexismo, Especismo y todas las demás formas de discriminación posibles, las cuales llevan al crimen, la violencia, las guerras, y eventualmente la destrucción total del organismo.

Este estado de miedo sin fin, de confusión y segregación en el que parece sumido nuestro mundo, no es más que un síntoma de la raíz del falso ser, o ego, que crea una falsa amenaza.
Si la gente basa su identidad desde una autoridad exterior,  la libertad provoca ansiedad, entonces quienes la sienten, tienen que adoptar el estado de víctima para justificar su violencia en contra de los demás.

SINTOMAS

Los síntomas de nuestra enfermedad "Psico-Espiritual" son las guerras, los ataques terroristas, los desastres artificiales y las figuras que nos lideran. 
Mientras la gente siga enfrascada en sus impulsos privados y su naturaleza egoísta, siempre fallarán al reconocer la razón por la cual estos eventos se manifiestan, y por qué siempre  hay un tipo de personas que logran acceder a tan poderosos cargos. 
La razón por la que hemos fallado por tantos milenios para conquistar estas figuras y líderes arquetípicos es porque por miles de años hemos estado luchando contra los síntomas de la enfermedad y no contra la causa de raíz.

Por cada gobierno corrupto que cae en manos de pueblos revolucionados y oprimidos,  dos más tomarán poder en su lugar cada vez, porque la causa raíz de un gobierno corrupto no yace en el individuo que lo gobierna sino que yace en la psique de cada individuo. Porque un anfitrión inconsciente de un parásito mortal hará lo que pueda para no aceptar que no posee su propia libertad. La gente hará lo que sea, sin importar cuán absurdo sea,  para no enfrentarse a su propia alma.
Estamos tan privados de sensatez en este mundo, que aquellos que simplemente dejan de proyectar sus fallos en los demás y que comienzan a luchar contra sus propios demonios son catalogados como "neuróticos".

Un artículo escrito en los 50's del siglo pasado declara que algunas investigaciones muestran que los individuos que habían sido alejados de los ambientes sociales y culturales se convertían en neuróticos. Esto muestra que cuando esos individuos no tenían persona u objeto en el cual reflejar sus emociones negativas, comenzaron a ver esas cosas en ellos mismos  que rechazaban reconocer antes, y sobre las cuales no sabían ni su naturaleza y mucho menos cómo tratarlas.

Enfrentarse al verdadero "Ser Interior" es algo virtualmente desconocido para el mundo de hoy. Por esta razón, no importa cuántas civilizaciones emerjan y caigan, lo que crea nuestras instituciones es la consciencia colectiva (subconsciente) y no las personas individuales.

La definición de "Locura" es hacer lo mismo una y otra vez “esperando resultados diferentes".  Albert Einstein

Después de muchos intentos se podría pensar que la gente se daría cuenta que la represalia física no puede ser la solución.  Pero aún así aquí estamos, miles de años después, con tecnología que puede clonar el ADN, vehículos que pueden romper la barrera del sonido, sondas que exploran el espacio exterior y una ciencia que puede solucionar casi cualquier enfermedad física, pero aún fallamos al no darnos cuenta de la importancia de nuestros pensamientos y consciencia.

Esta es una descripción clara de la palabra "Locura", y cada uno de nosotros somos responsables de esta epidemia psíquica, porque estamos matando al mensajero y no estamos prestando atención al mensaje.



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